En el narcisismo adaptativo existe una sensación de dominio y de capacidad de acción, de control y voluntad para materializar las necesidades de autosuperación y de validación procedente de los demás (Pincus y Roche, 2011; Kernberg, 2018; Ronningstam, 2016). El deseo de brillar, de mejorar a través de unos objetivos y aspiraciones realistas, de ser admirado y respetado por los demás, y de estar a la altura de los propios ideales y valores son todos ellos reconocidos universalmente como esfuerzos narcisistas adaptativos (Kohut, 1977; Kernberg, 1975); pero, desde la perspectiva de las relaciones objetales, el narcisismo adaptativo sano tiene un sentido específico.